17 de Agosto del 2009
Ese día llegue muy temprano, ya había varios alumnos más
de nuevo ingreso y yo no tenía ni la menor idea de que hacer; de la nada una
chica que nunca había visto antes se me acerco y me pregunto mi nombre (yo ya
no recuerdo el de ella) y en que salón había quedado, le dije que en el 106;
ella me dijo que le toco en el 101. Como no sabíamos en donde quedaban esos
salones decidimos preguntarle a uno de los conserjes que ahí se encontraban
cerca y ya nos oriento un poco. Después de eso nunca más la he vuelto a ver.
Cuando llegue a mi salón en realidad no era ese sino uno
que estaba a lado, al que creí que era el salón en el que estaría solo era el
salón de tutorías.
Cuando subí al segundo piso note que me había tocado con
dos compañeros de la secundaria, uno de ellos solo lo conocía de vista porque
no iba en mi salón, el otro compañero si, él estaba junto con migo en
secundaria, se llama Joel. Durante la prepa no hablamos mucho, creo que
hablábamos más antes.
Mi primera clase fue a las siete de la mañana con la
profesora Pilar que nos dio la clase de Taller de Lectura y Redacción I, yo
estaba muy nerviosa, casi todos se conocían o se estaban conociendo y yo no
estaba sociabilizando con nadie. En el primer receso que nos dieron una
compañera que estaba platicando con otros voltio a verme y me pregunto que
porque estaba ahí toda sola que me acercara con ellos y eso hice, desde ese
momento siempre me junte con ellos.
Las siguientes clases ese día fueron: matemáticas,
química, ética y valores, etc. La profesora que mas me asusto fue la maestra de
María Eugenia, cuando entro nos cayó a todos, nos dijo que no le gustaban ni le
caían bien los niños, que no fuéramos malcriados y que no habláramos en clase,
en ese momento entro un compañero llamado Quiñones y lo reprendió por haber
llegado tarde, yo estaba más asustada que nunca porque lo dejo parado en una
esquina del salón durante toda la clase.
Cuando todo acabo me fui caminando a mi casa y mi mamá ya
me esperaba con comida y ansiosa de saber cómo me había ido en mi primer día.
12 de Febrero del 2010
No hacía mucho que habíamos entrado de vacaciones, un
compañero nuevo llego al salón y todos nos llevábamos muy bien, cada quien
tenía su grupo de amigos pero entre todos nos hablábamos y nos apoyábamos en
las clases. Esta vez tuvimos dos horas seguidas sin clases así que nos quedamos
aplastados en la escalera del edificio C, yo empecé a tomar fotos de la nada
solo porque si, se me hacia un día lindo y todos estábamos muy contentos,
estábamos diciendo puras tonterías, bromeábamos y amigos de otros salones se
acercaban.
La verdad no entiendo porque estábamos ahí, tal vez
porque durante las horas libres todos estaban en clase menos nosotros y era muy
aburrido estar en otro lugar. A pesar que salió el profesor Crispín a callarnos
un par de veces no nos quitamos de las escaleras.
Después de eso nunca más nos juntamos para tomarnos fotos
como grupo, la verdad yo creía que éramos desastrosos pero después me di cuenta
de que fuimos de los mejores y que ya no volveremos a juntarnos igual.
3 de Mayo del 2010.
La profesora de Taller que ya no era Pilar sino López
Zazueta nos había encargado desde ya hace semanas un trabajo acerca de los
anuncios publicitarios en el cual teníamos que inventar un producto e intentar
convencer a la gente de que lo comprara. A mi equipo se nos ocurrió hacer un
desodorante y otro vender un celular y así cada quien hacia un producto
distinto.
Uno de los equipos que promocionaría un celular se
pusieron de acuerdo para que cada quien hiciera algo, pues el que trajo la
cartulina con algo que llamara la atención trajo algo absolutamente absurdo,
llevo esto:
Fue esto; nadie supo de qué se trataba, el que lo hizo
solamente dijo que le pidieran algo que llamara la atención y que fuera
¡explosivo!
Todos nos reímos al verlo, no lo podíamos creer, los que
lo miraban pensaban que iban a vender obras de arte o algo así, pero no, se
suponía que promocionarían un celular.
Por Andrea Angulo
0 comentarios:
Publicar un comentario